¡Hola!
En esta semana, tengo ciertas novedades que contaros, dos para ser más precisos, y ambas me parecen interesantes y espero que a vosotros os lo resulte también.
Lo primero es que en mi trabajo, como ya mencione una de las semanas anteriores, realizan actividades muy variadas dedicadas especialmente para los residentes, algunas se hacían con más frecuencia y otras con menos. Bien, esta vez tocaba una que no realizaban con mucha frecuencia y que ya habían comentado alguna vez (por lo que ya tenía ganas de verla): se trataba de una actividad con perros altamente entrenados de la policía maltesa. Trajeron un labrador negro y un pastor alemán que estuvieron haciendo trucos y de más, y la verdad es que ambos tenían características muy diferentes en su conducta. Mientras que el labrador era más tranquilo y obediente, el pastor alemán era impulsivo y más terco que su compañero, lo cual en lo personal a mí me fascinó y me lo pase bien en el rato que pude verlos.
Días más tarde, concretamente el sábado, fui a la playa con Ángeles y unos amigos suyos del trabajo, me lo pase muy bien y he de admitir que necesitaba desconectarme de la rutina y disfrutar del ambiente y vistas de la playa, el cual hacía años que no visitaba y estoy muy contento de que haya podido tener lugar.